Tejido subcutáneo

La epidermis es la más externa de las tres capas que componen la piel; las capas internas son la dermis y la hipodermis[1]. La capa de la epidermis proporciona una barrera frente a la infección por patógenos ambientales[2] y regula la cantidad de agua que el cuerpo libera a la atmósfera mediante la pérdida transepidérmica de agua[3].

La epidermis está compuesta por múltiples capas de células aplanadas[4] que recubren una capa base (stratum basale) compuesta por células columnares dispuestas perpendicularmente. Las capas de células se desarrollan a partir de células madre de la capa basal. La epidermis humana es un ejemplo familiar de epitelio, en particular de epitelio escamoso estratificado.

La palabra epidermis deriva del latín del griego antiguo epidermis, a su vez del griego antiguo epi ‘sobre’ y del griego antiguo derma ‘piel’. Algo relacionado con la epidermis o que forma parte de ella se denomina epidérmico.

La epidermis está formada principalmente por queratinocitos[4] (basales proliferantes y suprabasales diferenciados), que constituyen el 90% de sus células, pero también contiene melanocitos, células de Langerhans, células de Merkel,[5]: 2-3 y células inflamatorias. Los engrosamientos epidérmicos denominados crestas de Rete (o rete pegs) se extienden hacia abajo entre las papilas dérmicas.[6] Los capilares sanguíneos se encuentran bajo la epidermis y están unidos a una arteriola y una vénula.

Definición de tejido

La epidermis es la capa superior de la piel. Esta capa externa, resistente y protectora, es fina en algunas zonas y gruesa en otras. La epidermis tiene capas de células que se descaman y renuevan constantemente. En estas capas hay tres tipos especiales de células:

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Debajo de la epidermis está la dermis. En ella se encuentran los vasos sanguíneos, las terminaciones nerviosas, las glándulas sudoríparas y los folículos pilosos. La dermis nutre a la epidermis. Dos tipos de fibras de la dermis -el colágeno y la elastina- ayudan a la piel a estirarse y mantenerse firme.

El vello de la nariz, las orejas y el contorno de los ojos protege estas zonas sensibles del polvo y otras partículas pequeñas. Las cejas y las pestañas protegen los ojos disminuyendo la cantidad de luz y partículas que entran en ellos.

En la parte inferior del folículo se encuentra la papila, donde se produce el crecimiento del pelo. La papila contiene una arteria que nutre la raíz del pelo. A medida que las células se multiplican y producen queratina para endurecer la estructura, son empujadas hacia arriba por el folículo y atraviesan la superficie de la piel en forma de tallo piloso.

Tejido triturado

ResumenLas lesiones, la cirugía y las enfermedades suelen alterar los tejidos, y es el proceso de regeneración el que ayuda a restaurar la arquitectura y la función. La regeneración puede producirse mediante múltiples estrategias, como la expansión de células madre, la transdiferenciación o la proliferación de células diferenciadas. Hemos identificado un caso de regeneración en agregados embrionarios de Xenopus que restaura un epitelio mucocilado a partir de células mesenquimales. Tras la disrupción de la arquitectura del tejido embrionario y el ensamblaje de un agregado mesenquimal compacto, la regeneración restaura primero un epitelio, a partir de células mesenquimales en la superficie del agregado. Las células establecen una polaridad apico-basal en 5 horas y un epitelio mucociliar en 24 horas. La regeneración coincide con la translocación nuclear del putativo mecanotransductor YAP1 y un fuerte aumento de la rigidez del agregado, y la regeneración puede controlarse alterando la rigidez. Proponemos que la regeneración de un epitelio mucociliado se produce en respuesta a señales biofísicas percibidas por células recién expuestas en la superficie de un tejido mesenquimal alterado.

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Tejido esponjoso

Los tejidos de protección se encuentran en la parte más externa de los órganos de la planta y suelen estar en contacto con el medio ambiente. Existen dos tejidos de protección principales: la epidermis y la peridermis. La epidermis se encuentra cubriendo los órganos con crecimiento primario y la peridermis cubre los órganos con crecimiento secundario. Algunos autores proponen la hipodermis y la endodermis como tejidos protectores. La hipodermis se encuentra bajo la epidermis en algunas especies, mientras que la endodermis se encuentra en las raíces protegiendo los tejidos vasculares.

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La epidermis es la capa protectora de brotes, raíces, hojas, flores y semillas. Su función es la protección contra patógenos y agresiones mecánicas. Otras funciones esenciales de la epidermis son: regulación de la transpiración o pérdida de agua, intercambio de gases, almacenamiento de algunas sustancias, secreción, repeler herbívoros, atraer insectos polinizadores, absorción de agua por la epidermis de la raíz y mantener la integridad de algunos órganos.

La epidermis suele estar formada por una sola fila de células. Algunas excepciones se encuentran con organización estratificada, como es el caso de algunas raíces aéreas, plantas xerófitas, o algunas hojas de adelfas, ficus. La epidermis estratificada o de múltiples capas se denomina velamen. En el velamen, las capas superficiales funcionan como una epidermis típica, mostrando paredes celulares gruesas y cutícula superficial, mientras que las capas más profundas suelen almacenar agua.