Dr. Somer Nicole
Sin duda, un buen orgasmo es el resultado de saber dónde se encuentran tus puntos de placer personales. Pero el secreto de un orgasmo aún mejor es un suelo pélvico sano. Los músculos del suelo pélvico están situados entre el coxis y el pubis, dentro de la pelvis, y durante la penetración se contraen y relajan, aumentando el flujo sanguíneo durante el orgasmo. La salud del suelo pélvico puede influir enormemente en la intensidad de los orgasmos.
Hemos pedido a Adie Robertson, naturópata y experta en bienestar, y a Saila López, fisioterapeuta especializada en salud femenina, que compartan sus consejos sobre la importancia de los orgasmos para la salud, así como los mejores ejercicios para potenciarlos.
El clímax aumenta el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria, la presión sanguínea y la circulación, lo que ayuda a oxigenar las células de todo el cuerpo. El orgasmo es también una de las pocas formas de ejercitar el tono de los músculos involuntarios (el 80% del suelo pélvico), que no se ejercita con los ejercicios de Kegel ni contrayendo voluntariamente estos músculos.
Durante un orgasmo, el cuerpo libera endorfinas, dopamina y oxitocina, hormonas que ayudan a aumentar la felicidad y a disminuir la ansiedad, la depresión, aumentan la autoestima y refuerzan la confianza emocional.
Preguntas y respuestas sobre hipopresivos británicos con Nikki Scott
1. Universidad Federal de Mato Grosso do Sul, 2. Universidad Federal de Mato Grosso do Sul, Instituto de Salud, Campo Grande, MS,, 3. Hospital Universitario Maria Aparecida Pedrossian, Empresa Brasileña de Servicios Hospitalarios (HUMAP/EBSERH), 4. Universidad Federal de Mato Grosso do Sul, Programa de Posgrado en Ciencias del Movimiento.
: Se realizó un ensayo clínico de no inferioridad con 31 mujeres climatéricas, con incontinencia urinaria de esfuerzo y sexualmente activas. Fueron distribuidas en dos grupos: 16 en el grupo sometido a PFMT y 15 en el grupo HAG. Ambos grupos recibieron 26 sesiones dos veces por semana y atención individual. Todos los voluntarios fueron evaluados en dos ocasiones, al principio y al final de las intervenciones. El resultado primario se evaluó mediante el Cuestionario de Consulta sobre Incontinencia – Formulario Corto (ICIQ-SF) y los secundarios vinieron dados por el funcionamiento sexual evaluado mediante el cuestionario FSFI. Para determinar el tamaño de la muestra de los grupos en relación con la incontinencia urinaria tras el entrenamiento, se utilizó una prueba para comparar 2 proporciones3. Se obtuvo un número de 14 participantes por grupo, con una potencia del 80% y un nivel de significación del 5%. Los métodos utilizados para analizar los resultados fueron la prueba ANOVA de medidas repetidas de dos vías, seguida de la prueba posterior de Tukey, cuando fue necesario.
El cambio de paradigma de la salud del núcleo y el suelo pélvico
Las técnicas hipopresivas fueron desarrolladas a principios de los años 80 por el Dr. Marcel Caufriez. Se basan en varios estudios de histoquímica, electromiografía y anatomía funcional y han sido objeto de numerosos estudios clínicos, especialmente en el campo de la urología y la ginecología.
Los ejercicios hipopresivos son una serie ordenada de ejercicios posturales y respiratorios que se realizan de forma rítmica y muy controlada con los músculos abdominales a intervalos. La técnica se consigue principalmente controlando el diafragma y la apertura de los arcos costales con una breve interrupción de la respiración, lo que reduce la presión en el abdomen, la cavidad torácica y la pelvis.
En la hipopresión, se crea una presión negativa para los órganos del suelo pélvico (útero, vejiga e intestino). Junto con la postura controlada, esto aumenta la tensión en reposo de los músculos del suelo pélvico y de la faja abdominal (músculos abdominales transversales) y controla la reacción inconsciente de contracción en situaciones de sobrepresión abdominal (esfuerzo, risa, tos, etc.). Además, la hipopresión mejora la circulación sanguínea
¿Qué es el vaginismo y cómo se diagnostica?
Si ha vivido una vida plena, ha trabajado duro, ha amado y ha formado una familia, es posible que su cuerpo lleve las cicatrices: desde dolor de espalda hasta una hernia, pasando por un suelo pélvico débil o incluso un prolapso de órganos pélvicos. Estas cicatrices pueden frenarte. Pueden impedirte hacer ejercicio, divertirte con tu familia o incluso hacer cosas cotidianas como correr para coger el autobús o coger a tu hijo cuando se cae.
Los ejercicios hipopresivos son una serie de ejercicios, posturas y técnicas de respiración que se integran perfectamente en una rutina breve y fluida, muy fácil de incorporar a tu día a día. Se trata de un entrenamiento postural, del suelo pélvico y de los músculos abdominales del siglo XXI.
Todo el mundo puede beneficiarse de los ejercicios hipopresivos, ya que se trata de volver a entrenar los músculos centrales para que funcionen como fueron diseñados. Sin embargo, pueden resultar especialmente útiles para los siguientes grupos de personas:
El término “HIPOPRESIVO” se refiere a la disminución o reducción de la presión, mientras que la mayoría de los ejercicios tradicionales, incluidos los abdominales, son HIPERPRESIVOS, es decir, aumentan la presión interna de nuestro cuerpo. Lo que ocurre con la presión es que encuentra tu punto más débil. Por eso la presión causada por una lesión, demasiado entrenamiento o tener un bebé puede provocar incontinencia urinaria, hernias e incluso prolapso de órganos pélvicos. Y a menudo las técnicas de ejercicio tradicionales no pueden ayudar, porque se basan en la contracción muscular consciente.