Libro rosa de la tos ferina
La tos ferina, también conocida como pertussis o tos de los 100 días, es una enfermedad bacteriana muy contagiosa[1][10] Los síntomas iniciales suelen ser similares a los del resfriado común, con secreción nasal, fiebre y tos leve, pero van seguidos de dos o tres meses de fuertes ataques de tos[1]. Tras un ataque de tos, puede producirse un sonido agudo o un jadeo al inspirar[1]. La tos violenta puede durar 10 o más semanas, de ahí la expresión “tos de los 100 días”[3]. [3] Una persona puede toser tan fuerte que vomite, se rompa las costillas o se canse mucho por el esfuerzo. 1][2] Los niños menores de un año pueden tener poca o ninguna tos y, en cambio, tener periodos en los que no pueden respirar. 1] El tiempo entre la infección y la aparición de los síntomas suele ser de siete a diez días. 11] La enfermedad puede aparecer en personas vacunadas, pero los síntomas suelen ser más leves. 1]
La tos ferina está causada por la bacteria Bordetella pertussis[4], que se propaga fácilmente a través de la tos y los estornudos de una persona infectada[4][12]. Las personas son infecciosas desde el inicio de los síntomas hasta aproximadamente tres semanas después de los ataques de tos[7]. Las personas tratadas con antibióticos dejan de ser infecciosas a los cinco días[7]. El diagnóstico se realiza recogiendo una muestra de la parte posterior de la nariz y la garganta[5]. Esta muestra puede analizarse mediante cultivo o reacción en cadena de la polimerasa[5].
Inmunidad a la tos ferina
Salud Pública del Condado de Marin está monitoreando activamente la tos ferina, también llamada tos convulsiva. La incidencia de la tos ferina típicamente aumenta cada 3-4 años. El último brote importante de tos ferina en Marin ocurrió durante la temporada de invierno 2018-19, cuando vimos casi 300 casos. Esto nos pone en camino de más brotes potenciales este otoño e invierno.
Embedded video for Tos ferina (tos convulsa)La tos ferina, también conocida como tos convulsa, es una infección respiratoria altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis. En 2018, hubo más de 151 000 casos de tos ferina en todo el mundo.
La tos ferina se propaga fácilmente de persona a persona, principalmente a través de las gotitas producidas al toser o estornudar. La enfermedad es más peligrosa en los lactantes, y es una causa importante de enfermedad y muerte en este grupo de edad.
Los primeros síntomas suelen aparecer entre 7 y 10 días después de la infección. Incluyen fiebre leve, secreción nasal y tos, que en los casos típicos se convierte gradualmente en una tos seca seguida de tos ferina (de ahí el nombre común de tos ferina).
Vacuna contra la tos ferina
Definición La siguiente información procede del HealthLink elaborado por el Ministerio de Sanidad. La tos ferina es una enfermedad muy contagiosa (fácil de contraer) de las vías respiratorias. Está causada por una bacteria (germen) que se encuentra en la boca, la nariz y la garganta de una persona infectada.
La tos ferina comienza como un resfriado común, con estornudos, secreción nasal, fiebre baja y tos leve. Pero a lo largo de una o dos semanas la tos va empeorando, hasta provocar ataques de tos muy fuertes que a menudo terminan con un grito (de ahí el nombre de tos ferina). La tos puede ser tan fuerte que provoque arcadas o vómitos. A veces escupe una mucosidad espesa y transparente. Esta tos puede durar hasta un mes o dos, y ocurre más por la noche. Los bebés menores de 6 meses, los niños vacunados y los adolescentes y adultos no suelen tener esa tos que suena tan fuerte, por lo que cualquier persona que tenga una tos que dure más de una semana sin mejorar debe acudir al médico para asegurarse de que no se trata de tos ferina.
Tos ferina acelular
La tos ferina es una enfermedad muy contagiosa que provoca accesos de tos incontrolable. A menudo, estos accesos de tos terminan con un profundo “grito” mientras la persona intenta recuperar el aliento. La tos ferina es una enfermedad grave que puede ser mortal en los lactantes. Existen vacunas eficaces contra la tos ferina.
Cuando aparecen los primeros síntomas, la tos ferina tiende a parecerse mucho a un resfriado común, causando secreción nasal y quizás un poco de fiebre y tos leve. Los accesos de tos intensa comienzan aproximadamente una semana después. En los niños, un ataque de tos suele terminar con el característico ruido “whoop”, el sonido del niño tratando de recuperar el aliento. Es posible que los bebés menores de 6 meses no produzcan este “chillido”, aunque pueden toser tan fuerte que vomiten o pierdan el conocimiento.
La tos ferina es muy contagiosa. La bacteria se propaga de persona a persona a través de la tos, los estornudos, las risas… cualquier cosa que produzca un aerosol que pueda ser respirado por otra persona. Los expertos calculan que si una persona contrae la tos ferina, todos los miembros de la familia que no estén vacunados contra la enfermedad tienen un 80% de probabilidades de contraerla también.