Bursitis subdeltoidea

Una bursa es una película fina, resbaladiza y en forma de saco que contiene una pequeña cantidad de líquido. Las bursas suelen encontrarse dentro y alrededor de las articulaciones. Amortigua y protege los huesos y los tejidos blandos, e impide que rocen entre sí. Si una bursa se inflama e irrita, se habla de bursitis.

El músculo subescapular es un músculo grande situado en la parte delantera del omóplato. La bursa subescapular se encuentra entre el músculo subescapular y la pared torácica. La inflamación de esta bursa se denomina bursitis subescapular.

¿Cuál es la causa del desgarro subescapular?

Aunque los desgarros del subescapular pueden producirse solos, suelen aparecer cuando se dañan otros tendones del manguito rotador. Las lesiones por traumatismo y los procesos degenerativos son dos de las causas más comunes de desgarro del subescapular. Es más probable que un traumatismo provoque un desgarro subescapular aislado.

¿La rotura de la bolsa del hombro se cura sola?

La recuperación completa de la bursitis de hombro es muy probable. Los síntomas suelen remitir en pocas semanas. La bursitis de hombro suele responder bien al reposo y a la medicación antiinflamatoria. Cuando existe otro problema en el hombro, como problemas óseos o tendinitis, puede ser necesaria la fisioterapia a más largo plazo.

¿Cuál es la causa de la presencia de líquido en el hueco subescapular?

El líquido de la bursa subescapular puede representar simplemente el líquido fisiológico de la articulación, mientras que el líquido de la bursa subcoracoidea representa un proceso patológico, como la bursitis, o es el resultado de la comunicación con otra estructura que contenga líquido.

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Bursitis escapulotorácica

La bursitis es la inflamación de una bursa. Suele caracterizarse por dolor y, a veces, enrojecimiento e hinchazón. Una bursa es una estructura muy fina (es decir, de unas pocas células de grosor), en forma de saco, que se localiza allí donde puede haber fricción, como entre la piel y los huesos, entre los tendones y los huesos o entre los ligamentos y los huesos. En otras palabras, sirven para disminuir la fricción que se produce entre el hueso duro y los tejidos más blandos. Una buena analogía es frotar cuero sobre la esquina de una mesa: con el tiempo, se haría un agujero en el cuero. La piel, los tendones y los ligamentos también se desgastarían si no hubiera una bursa entre ellos y las superficies óseas. De ahí que haya más de 150 bursas en el cuerpo, allí donde existe la posibilidad de roce.

Normalmente, una bursa es muy fina y cumple su función sin que se note. Sin embargo, si hay demasiada fricción, reacciona inflamándose o irritándose. Cuando esto ocurre, la bursa se vuelve más gruesa y a veces produce líquido para crear más amortiguación. Pasa de ser muy fina (como el papel de seda) a gruesa y grumosa (como el cartón ondulado). La bursa puede ser muy grande si se produce mucho líquido en su interior. A veces puede estar colonizada por bacterias y, en este caso, se convierte en una bursa infectada. Puede ser difícil distinguir una bursa inflamada (irritada sin infección) de una bursa infectada (irritada con infección o presencia de bacterias).

Tratamiento de la bursitis subacromial

Parece mejor enumerar bajo cinco epígrafes las condiciones patológicas que pueden encontrarse en la autopsia o en las operaciones de los vivos: Cambios que se producen: (A) En la propia bursa; (B) En el propio manguito musculotendinoso; (C) En las tuberosidades; (D) Dentro de la articulación; (E) Cuando el manguito musculotendinoso se ha roto de modo que se ha establecido una comunicación libre entre la articulación y la bursa subacromial.

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Normalmente, el techo incisivo de la bursa es tan fino o más que el peritoneo, pero en caso de inflamación aguda o crónica puede ser tan grueso como un papel secante. Suele ser especialmente firme en casos antiguos y crónicos de rotura completa del manguito, cuando hay líquido. Normalmente es transparente y similar a una película. En los casos agudos puede ser opaco y de color rojizo. En los casos crónicos es blanquecino y firme.

FIGURA 34. PEFORACIÓN EN LA BURSADIustración diagramática de un depósito calcificado que irrumpe en la bursa subacromial. Debe compararse con la Fig. 4 de la Lámina II, tomada del caso aludido más adelante.

Síntomas del desgarro subescapular

Las lesiones del manguito de los rotadores son lesiones únicas. Pueden estar causadas por un traumatismo, como una caída o un accidente de coche, o pueden ser más insidiosas. Cuando el hombro empieza a doler durante las actividades por encima de la cabeza, puede deberse a una bursitis que se está desarrollando en el hombro. Hay muchas bursas en el cuerpo. La más comúnmente afectada en el hombro es la bursa subacromial. Se encuentra encima del músculo supraespinoso y la unidad tendinosa y debajo del acromion. Normalmente, es bastante plana y actúa como amortiguador deslizante entre el hueso y el tendón. Puede inflamarse por muchas razones. Una de esas razones es una rotura del manguito rotador.

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Uno de los tipos más comunes de desgarros del manguito rotador es el desgarro del supraespinoso. Es el responsable de iniciar la abducción del hombro. La abducción del hombro es cuando el brazo se lleva desde el lado del cuerpo directamente hacia el lado, como cuando se realiza un salto en estrella. Hay muchas causas de desgarro del supraespinoso. Se han relacionado con actividades prolongadas por encima de la cabeza, traumatismos e incluso el tabaquismo. Se ha descubierto que un gran porcentaje de personas tienen desgarros del supraespinoso que se han desarrollado a lo largo de muchos años. Los desgarros pueden ser totalmente asintomáticos, lo que significa que no causan dolor. No es necesario realizar una intervención quirúrgica si no son dolorosos o si no afectan a la fuerza.