Hueso tibial
El fémur es el hueso más largo y fuerte del cuerpo. Como el fémur es tan fuerte, suele hacer falta mucha fuerza para romperlo. Las colisiones con vehículos a motor, por ejemplo, son la principal causa de fractura de fémur.
La parte larga y recta del fémur se denomina eje femoral. Cuando se produce una rotura en cualquier parte de esta longitud del hueso, se denomina fractura de la diáfisis femoral. Este tipo de fractura casi siempre requiere cirugía para curarse.
Las fracturas de fémur varían mucho en función de la fuerza que causa la rotura. Los trozos de hueso pueden alinearse correctamente (fractura estable) o estar desalineados (fractura desplazada). La piel que rodea la fractura puede estar intacta (fractura cerrada) o el hueso puede perforar la piel (fractura abierta).
Fractura conminuta. En este tipo de fractura, el hueso se ha roto en tres o más trozos. En la mayoría de los casos, el número de fragmentos óseos se corresponde con la cantidad de fuerza necesaria para romper el hueso.
Fractura abierta. Si un hueso se rompe de tal forma que los fragmentos de hueso sobresalen a través de la piel o una herida penetra hasta el hueso roto, la fractura se denomina fractura abierta o compuesta. Las fracturas abiertas suelen dañar mucho más los músculos, tendones y ligamentos circundantes. Presentan un mayor riesgo de complicaciones -especialmente infecciones- y tardan más tiempo en curarse.
Fémur deutsch
El fémur es el hueso más grande del cuerpo. Es el único hueso de la parte superior de la pierna y está completamente cubierto por los músculos del muslo. Entre ellos se encuentran los cuádriceps en la parte anterior del muslo, los isquiotibiales en la parte posterior, los glúteos y los músculos de la ingle (aductores). Por eso es raro que un fémur roto atraviese la piel. La parte larga y media del fémur se denomina eje femoral. Esta sección del hueso tiene un grosor de unos dos centímetros. También es hueca, como una tubería. La parte superior del fémur está unida a la pelvis a través de la articulación de la cadera, que tiene forma de rótula. La parte inferior del fémur también se ensancha y conecta con la tibia y la rótula en la articulación de la rodilla.
Para que se produzca una fractura de fémur es necesaria una gran cantidad de energía, sobre todo tras un accidente de tráfico, un accidente de moto, una caída desde una altura o una lesión provocada por una actividad a gran velocidad, como el esquí o el ciclismo. También es frecuente que las personas con fractura de fémur tengan otras lesiones. Éstas pueden incluir otras fracturas, lesiones internas en el pecho, el abdomen o la pelvis, y/o lesiones en la cabeza o el cuello. A veces, estas otras lesiones pueden ser graves o incluso poner en peligro la vida.
Fémur roto ancianos
Por ejemplo, con la miopía se produce una contracción de los órganos viscerales (humor vítreo), un acortamiento de la región lumbar (retina), que afecta a la pelvis, la cabeza del fémur (punto ciego) y el hueso del fémur (nervio óptico), así como la rótula (cuerpo geniculado lateral) y los pies (corteza visual). eyebody.com
1. Posicionamiento de una perforación en un hueso con un medio de ajuste (50) que puede alinearse centralmente con la perforación a introducir y que está dispuesto mediante un espaciador (56) a una distancia (52) de un manguito de perforación (51), en el que puede guiarse una broca (17) que forma la perforación, caracterizado porque transversalmente al eje de perforación (55) del manguito de perforación (51) está dispuesto un eje (60) en el espaciador (56), a lo largo del cual se guía un elemento de apoyo (64) sobre un manguito de guía (65) que está conectado mediante un brazo de soporte (69) a un soporte (66) que puede alojarse en un espacio interior (20) de una carcasa (6) que guía un pasador (5), alrededor del cual una parte de tibia (1) es giratoria con respecto a una parte de fémur (2) de rodilla
Hueso fémur caballo
Se estudió la inervación de la médula ósea de huesos de fémur de ratones BALB/c mediante inmunohistoquímica e histoquímica de fluorescencia. Se aplicó el método de inmunoperoxidasa con amplificación de níquel para visualizar la distribución topográfica de las fibras nerviosas utilizando anticuerpos contra el marcador neuronal general PGP 9.5 (proteína citoplasmática específica de las neuronas), la enzima sintetizadora de catecolaminas tirosina hidroxilasa (TH) y el neuropéptido Y (NPY). También se aplicó fluorescencia inducida por ácido glioxílico para demostrar los nervios que contenían catecolamina. Ambos métodos de tinción revelaron una densa inervación por fibras que se observaban predominantemente alrededor de los vasos sanguíneos, pero que también se ramificaban entre las células de la médula. Los recientes descubrimientos sobre las influencias adrenérgicas y peptidérgicas en la fisiología de la médula, combinados con los datos anatómicos, indican la existencia de una modulación neural de la hematopoyesis.