Respiración entrecortada durante el cáncer

La disnea, también conocida médicamente como disnea (en AmE) o dyspnoea (en BrE), es una sensación incómoda de no poder respirar lo suficientemente bien. La Sociedad Torácica Americana la define como “una experiencia subjetiva de molestia respiratoria que consiste en sensaciones cualitativamente distintas que varían en intensidad”, y recomienda evaluar la disnea valorando la intensidad de sus distintas sensaciones, el grado de angustia y malestar que implica, y su carga o impacto en las actividades de la vida diaria del paciente. Las sensaciones distintivas incluyen esfuerzo/trabajo para respirar, opresión o dolor torácicos y “hambre de aire” (la sensación de no tener suficiente oxígeno)[1] A menudo se asume que la posición de trípode es un signo.

La disnea es un síntoma normal del esfuerzo físico intenso, pero se convierte en patológica si se produce en situaciones inesperadas,[2] en reposo o durante un esfuerzo ligero. En el 85% de los casos se debe a asma, neumonía, isquemia cardiaca, enfermedad pulmonar intersticial, insuficiencia cardiaca congestiva, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o causas psicógenas,[2][3] como el trastorno de pánico y la ansiedad[4]. El mejor tratamiento para aliviar o incluso eliminar la disnea[5] suele depender de la causa subyacente[6].

¿La disnea provoca falta de aliento?

Las personas que experimentan disnea sienten que les falta el aire. La disnea puede variar de leve a grave. Si esta afección es crónica y persistente, puede limitar seriamente la actividad y reducir la calidad de vida. La disnea puede ser consecuencia de enfermedades pulmonares, cardiacas, vasculares, neuromusculares y metabólicas.

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¿Cuál es el término correcto para la falta de aire?

Respiración difícil, dolorosa o falta de aliento.

¿Cuánto dura la disnea?

La disnea aguda puede aparecer rápidamente y no dura mucho (de horas a días). Las alergias, la ansiedad, el ejercicio y las enfermedades (como el resfriado común o la gripe) pueden provocar disnea aguda.

Disnea: Evaluación y tratamiento

La mayoría de los casos de disnea se deben a afecciones cardíacas o pulmonares. El corazón y los pulmones transportan oxígeno a los tejidos y eliminan dióxido de carbono, por lo que los problemas en cualquiera de estos procesos afectan a la respiración.La disnea repentina (denominada aguda) tiene un número limitado de causas, entre las que se incluyen:En el caso de la disnea que dura semanas o más (denominada crónica), la causa más frecuente es:Otros problemas de salud también pueden dificultar la obtención de aire suficiente. Entre ellas se incluyen:Problemas pulmonaresProblemas cardíacosOtros problemas

Dificultad para respirar – Disnea (falta de aliento). Hambre

Si el problema tiene que ver con el corazón, también puede tener dolor en el pecho, sensación de mareo y náuseas. Si le han diagnosticado angina de pecho, tome la medicación según las indicaciones. Espere 5 minutos y tome otra dosis.

Si el problema es el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), es posible que también tenga mucha mucosidad, un silbido al respirar y que los síntomas empeoren con el ejercicio o durante la noche.

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La disnea es un síntoma subjetivo frecuente en los pacientes de cuidados paliativos. Se experimenta como una molestia respiratoria o falta de aire. Los médicos de cabecera deben tener en cuenta que la disnea puede tener un componente psicosocial.

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Su médico de cabecera le evaluará por teléfono y podrá visitarle en su domicilio o ingresarle en el hospital. Si su dificultad respiratoria es leve o el resultado de la ansiedad, es posible que le pidan que acuda a la consulta en lugar de una visita a domicilio.

Si tiene problemas respiratorios desde hace tiempo, no los ignore. Consulte a su médico de cabecera, ya que es probable que padezca una enfermedad a largo plazo, como obesidad, asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que debe tratarse adecuadamente.

La disnea repentina puede ser un ataque de asma. Esto significa que tus vías respiratorias se han estrechado y producirás más flema (mucosidad pegajosa), lo que te provocará sibilancias y tos. Sentirás que te falta el aire porque te cuesta mover el aire dentro y fuera de las vías respiratorias.

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En este caso, la falta de aire puede ser el único síntoma de que está sufriendo un infarto. Si usted o su médico de cabecera creen que es así, le darán una aspirina y le ingresarán inmediatamente en el hospital.

La insuficiencia cardíaca también puede causar dificultades respiratorias. Esta enfermedad potencialmente mortal significa que el corazón tiene problemas para bombear suficiente sangre al organismo, generalmente porque el músculo cardiaco está demasiado débil o rígido para funcionar correctamente. Se acumula líquido en los pulmones, lo que dificulta la respiración.