¿Cuál es la mejor manera de tratar un tendón de Aquiles dolorido?
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¿Qué se entiende por tendinitis de Aquiles?
Panorama general. La tendinitis de Aquiles es una lesión por uso excesivo del tendón de Aquiles, la banda de tejido que conecta los músculos de la pantorrilla en la parte posterior de la pierna con el hueso del talón. La tendinitis de Aquiles suele producirse en corredores que han aumentado repentinamente la intensidad o la duración de sus carreras.
¿Cuáles son las causas de la tendinitis de Aquiles?
La actividad extenuante de la pierna, como correr, esprintar o saltar, puede causar tendinitis de Aquiles. Los síntomas pueden aparecer gradualmente durante la actividad. Un dolor repentino y extremo en el tendón, que provoque incapacidad para apoyar el pie, puede indicar una rotura del tendón.
¿La tendinitis de Aquiles desaparece?
Con reposo, la tendinitis de Aquiles suele mejorar en un plazo de 6 semanas a unos meses. Para reducir el riesgo de volver a padecer tendinitis de Aquiles Mantente en buena forma durante todo el año.
Tratamiento de la tendinitis de Aquiles
El tendón de Aquiles -donde se producen los trastornos del tendón de Aquiles- es la banda de tejido que recorre la parte posterior de la parte inferior de la pierna, conectando el músculo de la pantorrilla con el hueso del talón. También llamado cordón del talón, el tendón de Aquiles facilita la marcha al ayudar a levantar el talón del suelo.
La tendinitis de Aquiles es una inflamación del tendón de Aquiles. Esta inflamación suele durar poco tiempo. Con el tiempo, si no se resuelve, la afección puede evolucionar a una degeneración del tendón (tendonosis de Aquiles), en la que el tendón pierde su estructura organizada y es probable que desarrolle desgarros microscópicos. A veces, la degeneración afecta al lugar donde el tendón de Aquiles se une al hueso del talón. En raras ocasiones, la degeneración crónica con o sin dolor puede provocar la rotura del tendón.
Como trastornos por “uso excesivo”, la tendinitis y la tendonosis del tendón de Aquiles suelen estar causadas por un aumento repentino de una actividad repetitiva en la que interviene el tendón de Aquiles. Dicha actividad somete al tendón a una tensión excesiva con demasiada rapidez, lo que provoca una microlesión de las fibras tendinosas. Debido a esta tensión continua sobre el tendón, el cuerpo es incapaz de reparar el tejido lesionado. La estructura del tendón se altera, lo que provoca un dolor continuo.
Dolor en el tendón de Aquiles al caminar
La tendinitis de Aquiles es la inflamación (irritación e hinchazón) del tendón de Aquiles. El tendón de Aquiles es una banda de tejido resistente situada en la parte posterior del pie. Conecta el hueso del talón con los músculos de la pantorrilla.
El tratamiento de la tendinitis de Aquiles comienza con un descanso de la actividad que provocó la lesión. Suele ser aceptable realizar ejercicios sin carga de peso, como natación, ciclismo y actividades de estiramiento como el yoga. Si una persona con tendinitis de Aquiles no descansa, el tendón puede dañarse más.
Dolor repentino en el tendón de Aquiles
Si se desgarra parcialmente el tendón de Aquiles, puede sentirse como una tendinopatía. Si se desgarra o rompe completamente el tendón de Aquiles, puede sentirse como una patada o un golpe en la parte posterior del tobillo. Puede que tengas problemas para caminar.
Para diagnosticar una lesión tendinosa, tu médico o fisioterapeuta te examinará y te preguntará por tus síntomas. Es posible que se realice una ecografía u otra exploración, como una radiografía o una resonancia magnética, para ayudar a identificar el problema, pero normalmente no es necesario.
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La paroniquia es una inflamación de la piel que bordea una uña de la mano o del pie. Esta inflamación puede clasificarse como aguda o crónica, dependiendo de los síntomas, la causa de la inflamación y el tiempo que se lleve padeciendo.
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