Músculo esquelético
OverviewLa insuficiencia cardíaca -a veces denominada insuficiencia cardíaca congestiva- se produce cuando el músculo cardíaco no bombea la sangre tan bien como debería. Cuando esto ocurre, la sangre suele acumularse y el líquido puede acumularse en los pulmones, provocando dificultad para respirar.
Un tratamiento adecuado puede mejorar los signos y síntomas de la insuficiencia cardíaca y ayudar a algunas personas a vivir más tiempo. Los cambios en el estilo de vida -como perder peso, hacer ejercicio, reducir la sal (sodio) en la dieta y controlar el estrés- pueden mejorar la calidad de vida. Sin embargo, la insuficiencia cardíaca puede poner en peligro la vida. Las personas con insuficiencia cardíaca pueden presentar síntomas graves, y algunas pueden necesitar un trasplante de corazón o un dispositivo de asistencia ventricular (DAV).
La insuficiencia cardíaca se produce cuando el músculo cardíaco no bombea la sangre tan bien como debería. La sangre a menudo se acumula y hace que se acumule líquido en los pulmones (congestión) y en las piernas. La acumulación de líquido puede causar dificultad para respirar e hinchazón de piernas y pies. El flujo sanguíneo deficiente puede hacer que la piel aparezca azulada (cianótica). Algunos tipos de insuficiencia cardíaca pueden provocar un agrandamiento del corazón.
¿Qué es el músculo cardíaco y cuál es su función?
El músculo cardíaco es responsable de la contractilidad del corazón y, por tanto, de la acción de bombeo. El músculo cardiaco debe contraerse con suficiente fuerza y suficiente sangre para abastecer las demandas metabólicas de todo el organismo. Este concepto se denomina gasto cardíaco y se define como frecuencia cardíaca x volumen sistólico.
¿Dónde funcionan los músculos cardíacos?
El tejido muscular cardíaco sólo se encuentra en el corazón, donde realiza contracciones coordinadas que permiten al corazón bombear sangre a través del sistema circulatorio.
¿Cuáles son los 3 tipos principales de músculo cardíaco?
Existen dos tipos principales de fibras musculares cardíacas: las células contráctiles del miocardio y las células conductoras del miocardio (células marcapasos).
Capas del corazón
En esta revisión examinaremos la metodología de varios métodos ex vivo comúnmente utilizados para evaluar la función cardiaca, así como los puntos fuertes y las limitaciones de cada uno de ellos. Por último, analizaremos cómo pueden utilizarse estas técnicas de forma conjunta para complementar y reforzar las conclusiones relativas a la función cardiaca. Es importante señalar que existen varias técnicas in vivo para cuantificar la función cardiaca tanto en humanos como en modelos animales. Aunque estas técnicas, como la ecocardiografía, la resonancia magnética (RM) cardiaca, la tomografía computarizada (TC), la resonancia magnética nuclear (RMN) y la tomografía por emisión de positrones (PET) son de vital importancia para evaluar la función cardiaca in vivo, quedan fuera del ámbito de esta revisión. Aquí nos centraremos únicamente en las técnicas ex vivo.
Como se ha mencionado anteriormente, existen muchas facetas diferentes del rendimiento cardíaco que definen la función, desde el desarrollo de presiones en todo el corazón hasta las fuerzas moleculares de las interacciones de las proteínas sarcoméricas. Para garantizar la claridad y la coherencia en esta revisión, definimos los parámetros subyacentes a la distensibilidad cardíaca, la sístole y la diástole desde el nivel de todo el corazón hasta las proteínas sarcoméricas (resumidos en la Tabla 1).
Músculo liso
El mecanismo de Frank-Starling del corazón 1-3 puede describirse como la relación entre la fuerza y la longitud del músculo cardíaco. Con la aparición de la teoría del puente cruzado de la contracción muscular 4,5 y el estudio clásico de Gordon y colaboradores 6 que describe el ajuste de esta teoría a la relación fuerza-longitud en el músculo esquelético, varios investigadores comenzaron a estudiar esta relación en el músculo cardíaco.
La relación fuerza-longitud en el músculo cardíaco se observa en una pequeña variedad de longitudes de sarcómero, entre aproximadamente 1,8 mm y 2,3 mm. Esta región corresponde a la rama ascendente de la relación fuerza-longitud del músculo esquelético 6. Los niveles de fuerza del miocardio varían desde cero en 1,8 mm hasta valores de fuerza máximos en 2,3 mm. Esta gran variación de la fuerza da lugar a una relación fuerza-longitud muy dormida, sobre todo si se compara con esta relación en el músculo esquelético (fig. 1). Para hacernos una idea, cuando la tensión desarrollada por el miocardio a diferentes longitudes de sarcómero se normaliza en relación con su fuerza máxima (Fmax) en el punto donde se produce la longitud máxima (Lmax), la tensión desarrollada es aproximadamente del 10-15% cuando el miocardio se mide al 80% de Lmax. Sin embargo, en el músculo esquelético, la fuerza normalizada es de aproximadamente el 80-85% de Fmáx7 en las mismas condiciones (fig. 1).
Músculo estriado
Resumen El músculo cardíaco está formado por fibras estriadas cruzadas, de forma casi cilíndrica, que se bifurcan y conectan con fibras adyacentes para formar una compleja red tridimensional (Figs. 2, 6, 8). Cada fibra es una unidad lineal compuesta por varias células musculares cardiacas unidas de extremo a extremo o de extremo a lado, en forma de escalón rectangular interdigitado, por complejos de unión especializados denominados discos intercalados (Figs. 6, 8, 12). Dado que las células musculares individuales (miocitos) raramente se ramifican, la bifurcación de las fibras se debe principalmente a interdigitaciones de extremo a lado (véase Sommer 1982).Palabras claveEstas palabras clave han sido añadidas por máquina y no por los autores. Este proceso es experimental y las palabras clave pueden actualizarse a medida que mejore el algoritmo de aprendizaje.