Entrenamiento de fuerza esclerosis múltiple
Nuestras piernas nos ayudan a desplazarnos lejos mientras llevamos a cabo nuestros negocios y participamos en diversas actividades sociales. Sin embargo, la debilidad de las piernas puede surgir por varios motivos y puede dificultar considerablemente su capacidad para realizar actividades fundamentales de la vida diaria (AVD).
La marcha vigorosa es un deporte riguroso para las personas mayores que requiere mucha actividad de las piernas. Por lo tanto, es posible que se pregunte: “¿Cómo puedo encontrar cerca de mí un buen fisioterapeuta que trabaje con personas mayores?”. Hablemos de cómo puede superar cualquier reto que pueda tener con sus piernas, tanto si es gimnasta como si simplemente quiere sacar el máximo partido a sus piernas.
La debilidad en las piernas puede manifestarse como debilidad en una o ambas piernas, o como parte de la debilidad general de su cuerpo. Esto ocurre debido a que los músculos de las piernas pierden fuerza cuando están cansados, pero esta condición se resuelve después de descansar.
La debilidad de las piernas también puede deberse al desacondicionamiento o a los cambios reversibles derivados de la inactividad física y el desuso. Esta disminución de la fuerza muscular puede afectar a su capacidad para realizar las tareas cotidianas.
¿Cómo se desarrolla la musculatura con esclerosis múltiple?
El entrenamiento de resistencia (con peso corporal, pesas o máquinas) y la natación son formas efectivas de desarrollar y mantener la fuerza en personas con EM, afirma Ashley Davis, C.P.T., entrenadora del Hospital de Rehabilitación Marianjoy de Wheaton, Illinois.
¿Qué ayuda con la debilidad de la EM?
Utilizar equipos de asistencia que proporcionen apoyo y conserven energía puede ser de gran ayuda para controlar la debilidad. Tratar la fatiga también puede ayudar a reducir la debilidad, y algunas personas pueden beneficiarse de tomar Ampyra® (dalfampridina), un medicamento aprobado para aumentar la velocidad de la marcha en la EM.
¿Se puede recuperar la fuerza en las piernas con EM?
“Está demostrado que el entrenamiento de fuerza es beneficioso para las personas que padecen EM, porque ayuda a realizar las actividades cotidianas”, afirma Reilly. Trabajar los principales grupos musculares de la parte inferior del cuerpo (cuádriceps, isquiotibiales, glúteos) puede ayudar a mejorar o mantener la fuerza al caminar, estar de pie, el equilibrio y la resistencia muscular.
Ejercicios de fisioterapia para fortalecer las piernas
Caminar y correr son excelentes maneras de fortalecer las piernas. Sin embargo, con el tiempo, las piernas se acostumbran al movimiento y pueden llegar a estancarse. Esto también podría limitar su rendimiento. He aquí algunos consejos para aumentar la fuerza de las piernas, lo que podría conducir a sesiones más largas y productivas.
Cámbialo – Si te encuentras constantemente corriendo o caminando en la misma pista o sendero, busca un lugar nuevo y pruébalo. Vaya a un lugar con cuestas, ya que son una forma estupenda de fortalecer las piernas y añadir algo más de intensidad a su sesión.
Entrenamiento cruzado – El entrenamiento cruzado es una forma excelente no sólo de mejorar tus caminatas o carreras, sino también tu forma física general. Combinar correr y caminar con ejercicios de fuerza y otras formas de ejercicio aeróbico como la natación, la elíptica y el ciclismo puede añadir variedad a su entrenamiento y mejorar enormemente su rendimiento. Deportes como el fútbol y el baloncesto también son excelentes para mejorar la potencia de las piernas.
Entrenamiento de resistencia: el entrenamiento de resistencia con pesas o máquinas de musculación es una forma estupenda de mejorar la fuerza de las piernas y añadir un impulso adicional a las últimas fases de la carrera y la marcha. Algunos buenos ejercicios para fortalecer las piernas son
Debilidad muscular por esclerosis múltiple
Los mejores ejercicios de cuádriceps se centran en los cuatro músculos que componen este grupo muscular. Situados en la parte delantera del muslo, los cuádriceps trabajan conjuntamente para elevar el muslo y extender la rodilla. Unos cuádriceps fuertes mejoran la flexión de la cadera y la estabilidad de la rodilla, lo que permite caminar, correr, saltar, ponerse en cuclillas y subir escaleras con mayor facilidad.
Aunque los ejercicios de cuádriceps son importantes para todo el mundo, lo son especialmente para las personas con debilidad en la rodilla y problemas de equilibrio debidos a la edad, lesiones, cirugía de la parte inferior de la pierna o el muslo, o una afección ortopédica como el síndrome de fricción de la banda iliotibial o la tendinitis/tendinosis rotuliana.
Asegúrate de subir y bajar la pierna con un movimiento lento y constante. Asegúrese de que la parte posterior de la rodilla permanece apoyada en la almohadilla. Cuando la rodilla esté completamente recta, intenta contraer el cuádriceps y enderezar la rodilla por completo.
Asegúrate de bajar y subir de forma lenta y constante. Asegúrate de no agacharte demasiado, ya que podrías forzar demasiado las rodillas. Agacharse demasiado también puede dificultar la subida.
Cómo fortalecer las piernas para volver a caminar
No poder levantar las piernas es una señal de alarma, pero ¿qué significa? Desde una lesión muscular hasta una irritación nerviosa, hay muchas razones por las que no puedes levantar la pierna. La causa exacta se aclara cuando además tiene que esforzarse un poco más para levantar el pie del suelo.
Nuestros expertos de US Neuropathy Centers saben lo frustrante que es cuando su salud es una incógnita. Utilizamos nuestras amplias herramientas de diagnóstico y opciones de tratamiento para comprender su situación específica y determinar si la debilidad de su pierna está relacionada con el pie caído.
El pie caído, a veces llamado pie caído, se refiere a la incapacidad de levantar la parte delantera del pie. No es una enfermedad aislada, sino el resultado de problemas neurológicos, musculares y anatómicos subyacentes.
Hay algunas razones comunes e inofensivas por las que puede sentir debilidad temporal en las piernas, pero cuando se vuelve grave, crónica e inexplicable, es hora de considerar que hay una afección más grave en el trabajo.
Una de las principales causas de los problemas en las piernas que acompañan al pie caído son las lesiones nerviosas, más concretamente las lesiones en el nervio peroneo. Este largo nervio recorre toda la pierna y es el responsable de ayudar a levantar el pie.