Ejercicios de propiocepción
La población mundial está envejeciendo, y se prevé que el número de personas de 65 años o más supere los 1.500 millones de personas, es decir, el 16% del total mundial. A medida que las personas envejecen, se produce una notable disminución de la propiocepción debido a cambios en los sistemas nerviosos central y periférico. Además, el riesgo de ictus aumenta con la edad, y aproximadamente dos tercios de las hospitalizaciones relacionadas con ictus se producen en personas mayores de 65 años. En esta revisión de la literatura, primero resumimos los estudios conductuales que investigan los déficits propioceptivos en adultos mayores que envejecen normalmente y en pacientes con ictus, y discutimos las diferencias en la función propioceptiva entre estas poblaciones. A continuación, ofrecemos una revisión del estado actual de la literatura sobre la rehabilitación basada en terapeutas y robots de la disfunción propioceptiva de la extremidad superior en poblaciones con ictus y debatimos las vías de investigación futura.
La importancia de la propiocepción en la realización de movimientos coordinados se ha demostrado en estudios que investigan el control motor en individuos con déficits propioceptivos resultantes de condiciones de neuropatía sensorial o cirugía (Rothwell et al., 1982; Ghez et al., 1995; Gordon et al., 1995; Messier et al., 2003; Sarlegna et al., 2006) y mediante la interrupción de la propiocepción en participantes física y neurológicamente sanos utilizando la vibración del tendón (Cody et al., 1990; Cordo et al., 1995). También se han descrito déficits en la función propioceptiva de las extremidades superiores en adultos mayores que envejecen normalmente (Adamo et al., 2007; Riberio y Oliveria, 2007) y en individuos con ictus (Twitchell, 1951; Carey et al., 1993; Yekutiel, 2000), y se ha observado que afectan negativamente a la calidad de vida diaria y a la independencia del individuo afectado (Carey et al., 1997).
¿Qué son las técnicas propioceptivas?
¿Qué son los ejercicios propioceptivos? Los ejercicios propioceptivos son ejercicios que ponen a prueba y desarrollan los receptores propioceptivos. La propiocepción ayuda a estabilizar una articulación durante tareas funcionales estáticas y dinámicas. La disminución de la propiocepción puede aumentar el riesgo de lesiones.
¿Qué es la propiocepción y cómo funciona?
La propiocepción, también conocida como cinestesia, es la capacidad del cuerpo para percibir el movimiento, la acción y la ubicación. Está presente en cada movimiento muscular que realizas. Sin la propiocepción, no podrías moverte sin pensar en el siguiente paso.
¿Cuáles son los 3 tipos de propioceptores, dónde están y qué información proporcionan?
La mayoría de los vertebrados poseen tres tipos básicos de propioceptores: los husos musculares, que están incrustados en los músculos esqueléticos, los órganos tendinosos de Golgi, que se encuentran en la interfaz de músculos y tendones, y los receptores articulares, que son mecanorreceptores de bajo umbral incrustados en las cápsulas articulares.
Datos propioceptivos
La propiocepción (/ˌproʊprioʊˈsɛpʃən, -priə-/[1][2] PROH-pree-o-SEP-shən), también denominada cinestesia, es el sentido del movimiento propio, la fuerza y la posición del cuerpo[3][4] A veces se describe como el “sexto sentido”[5].
La propiocepción está mediada por los propioceptores, neuronas mecanosensoriales situadas en músculos, tendones y articulaciones[3] La mayoría de los animales poseen múltiples subtipos de propioceptores, que detectan distintos parámetros cinemáticos, como la posición, el movimiento y la carga de la articulación. Aunque todos los animales móviles poseen propioceptores, la estructura de los órganos sensoriales puede variar de una especie a otra.
Las señales propioceptivas se transmiten al sistema nervioso central, donde se integran con la información de otros sistemas sensoriales, como el sistema visual y el vestibular, para crear una representación global de la posición, el movimiento y la aceleración del cuerpo. En muchos animales, la retroalimentación sensorial de los propioceptores es esencial para estabilizar la postura corporal y coordinar el movimiento del cuerpo.
Técnicas Pnf
El fisioterapeuta ambulatorio reeduca el sistema nervioso con casi todos los pacientes. Las técnicas de reeducación neuromuscular ayudan a los pacientes a recuperar patrones de movimiento normales y controlados. El sistema nervioso controla la mayor parte de lo que podemos hacer, por lo que la fisioterapia ortopédica casi siempre incluye la reeducación neuromuscular como parte del régimen general de recuperación.
La reeducación neuromuscular consiste en técnicas manuales (por ejemplo, la facilitación neuromuscular propioceptiva, FNP), actividades para el equilibrio y el control central (por ejemplo, ejercicios Bosu y ejercicios con balones terapéuticos) y otros ejercicios terapéuticos diseñados para volver a desarrollar patrones de movimiento normales y controlados. El objetivo de las actividades de reeducación neuromuscular en el entorno ortopédico ambulatorio es el mismo que en cualquier otro entorno: volver a entrenar una parte del cuerpo para que realice una tarea que antes era capaz de realizar.
Las técnicas de reeducación neuromuscular pueden aplicarse en diversas situaciones. En nuestro entorno, la necesidad de restablecer el sentido cinestésico y la propiocepción normales de la columna cervical, torácica y lumbar y del esqueleto apendicular es fundamental para eliminar muchos de los síntomas que presenta un paciente durante el tratamiento. Cuando estas características neurológicas no funcionan correctamente, el paciente no puede mantener una postura adecuada y muchos de los músculos de la zona afectada no funcionan correctamente.
Evaluación de la propiocepción
Los movimientos estáticos y humanos son posibles gracias a la acción conjunta de huesos, articulaciones y músculos. Esta biomecánica global desarrollada gracias a las cadenas articulares y musculares, especialmente desequilibradas en cada persona y que, con el paso del tiempo, pueden ser el origen de numerosas lesiones.
En numerosas ocasiones, los protocolos utilizados para el tratamiento de problemas articulares y musculares son excesivamente analíticos. Ante una dolencia de espalda no es raro escuchar comentarios como “tienes que tonificar la espalda y los abdominales”.
La visión del mezierista considera que gran parte de los dolores y deformidades de la espalda no se deben a la debilidad muscular sino, en muchos casos, a la rigidez de tejidos como el músculo y la fascia. La rehabilitación debe ser integral porque la función muscular es global, algunos se relacionan con otros formando cadenas musculares, en particular la cadena posterior que se extiende desde el cráneo hasta los dedos de los pies. Por consiguiente, debe insistir en la flexibilidad muscular respetando las capacidades de cada individuo.
Cuando la hiperlordosis se debe a una rigidez muscular, no basta con estirar esos músculos analíticamente porque la tensión se transmitirá a otra parte del cuerpo: cuello, piernas, tórax, etc. Cualquier intento de reducir su hiperlosdosis cervical conlleva automáticamente un aumento de su lordosis lumbar y viceversa. Es como si la lordosis se desplazara de un lado a otro. De ahí la importancia de relajar esos músculos mientras se controlan otras partes del cuerpo para evitar compensaciones y deformidades relacionadas.