Síntomas del lipoedema

El lipedema, también conocido como lipoedema (y que no debe confundirse con el linfedema), es una enfermedad de las células grasas inflamadas que afecta principalmente a las mujeres. Provoca dolor y sensaciones anormales en los tejidos de las piernas, las caderas y las nalgas. También puede afectar a los brazos, aunque es menos frecuente.

Los pacientes con lipoedema suelen tener las caderas y las piernas grandes en comparación con la cintura y la parte superior del cuerpo. Puede parecer que tienen las piernas hinchadas, pero sus pies siguen siendo de tamaño normal. La presión en las piernas puede causar un dolor importante, por lo que a los pacientes con lipoedema les resulta incómodo recibir masajes en las piernas o llevar medias de compresión. Las fluctuaciones hormonales, como los ciclos menstruales, pueden empeorar los síntomas.

El tratamiento del lipedema requiere en primer lugar un diagnóstico preciso. Muchos profesionales sanitarios no están familiarizados con el lipedema. Si sospecha que tiene un lipedema pero no se lo han diagnosticado, puede plantearse acudir a un especialista vascular. Los especialistas vasculares suelen estar bien informados sobre las causas más comunes del dolor de piernas y pueden ayudar a descartar otras causas o factores que contribuyen a sus síntomas. El tratamiento típico del lipedema incluye:

¿Cómo afecta el lipedema a tu cuerpo?

El lipoedema es una afección que provoca la acumulación de un exceso de grasa en la parte inferior del cuerpo. El lipedema afecta con mayor frecuencia a las nalgas, los muslos y las pantorrillas. También puede afectar a la parte superior de los brazos. No afecta a las manos ni a los pies.

¿Qué problemas puede causar el lipoedema?

También puede tener dolor, sensibilidad o pesadez en las extremidades afectadas, y se le pueden formar hematomas con facilidad. El lipoedema también puede causar rodillas valgas, pies planos y problemas articulares, lo que puede dificultar la marcha. Puede ser una enfermedad difícil de sobrellevar y puede sentirse ansioso o deprimido.

Más Información
Tejido epidermis

¿Puede el lipoedema afectar a todo el cuerpo?

Desde que se identificaron los primeros síntomas, se ha creído que el lipoedema sólo afectaba a la zona de las piernas y las nalgas en el caso de las mujeres. Aunque estas zonas son las más afectadas por el lipoedema, otras partes del cuerpo también pueden desarrollar lipoedema graso.

Dieta para el lipedema

Los profesionales sanitarios no están seguros de las causas del lipoedema, pero parece ser genético (hereditario) y desencadenado por cambios hormonales. Por tanto, es probable que se herede la posibilidad de desarrollarlo y que aparezca en un momento en que las hormonas están cambiando, por ejemplo, en la pubertad, al tomar la píldora anticonceptiva, durante el embarazo o en la menopausia. Se cree que afecta aproximadamente al 11% de la población femenina adulta.

Su médico puede diagnosticarla mediante un examen físico y preguntándole por sus antecedentes. No existe una prueba diagnóstica específica ni marcadores en sangre u orina. Su médico tendrá en cuenta los siguientes aspectos:

No existe cura para el lipoedema, pero hay algunos tratamientos que pueden ayudar a aliviar los síntomas para mejorar su calidad de vida, ralentizar la progresión y prevenir complicaciones:

Si tiene sobrepeso, perder peso le ayudará a mantenerse móvil y activo. El sobrepeso puede empeorar la enfermedad y hacerla más difícil de tratar. Hacer ejercicio suave, como caminar, nadar, montar en bicicleta y estirarse para mantenerse en forma y fortalecer los músculos, puede ayudar. Evite permanecer sentado mucho tiempo.

Más Información
Higiene postural: Por qué no cruzar las piernas al sentarse

Famosos con lipoedema

El lipedema es una enfermedad crónica poco frecuente que consiste en una acumulación anormal de tejido graso, normalmente en la parte inferior del cuerpo, pero a veces también en los brazos. A menudo mal diagnosticado como obesidad o linfedema, el lipoedema afecta sobre todo a las mujeres y puede acabar provocando un lipolinfedema.

Stanford es uno de los pocos hospitales del país -y el único en el Área de la Bahía- que cuenta con un centro dedicado a diagnosticar con precisión el lipedema, comprenderlo y tratar con éxito esta enfermedad debilitante. Basamos nuestro enfoque en los últimos avances científicos y tratamos el lipedema con liposucción tumescente y cirugía reductora.

El tratamiento quirúrgico (liposucción tumescente y cirugía reductora) es el tratamiento más eficaz para eliminar el tejido graso. Los resultados pueden mantenerse durante una media de cinco años. Las terapias no quirúrgicas son útiles para las personas que padecen lipo-linfedema, una fase avanzada del lipedema en la que se acumula líquido linfático además de exceso de tejido graso.

El lipoedema se da casi exclusivamente en mujeres, sobre todo después de acontecimientos vitales que desencadenan cambios hormonales importantes, como la pubertad, el embarazo o durante la menopausia. Nuestros médicos prescriben terapia hormonal o suplementos de hierbas para ayudar a combatir el lipoedema. Esto también puede mejorar la eficacia de otras terapias simultáneas contra el lipedema.

Causas del lipoedema

Cuando comemos de forma saludable, nos sentimos más en forma, dormimos mejor y tenemos más energía a lo largo del día. Y también: Los pacientes con lipoedema deben tener especial cuidado en mantener o reducir su peso. Pueden beneficiarse enormemente de la prevención de la obesidad mediante una dieta equilibrada.

Más Información
Mioclonia o contracción mioclónica

Los estudios demuestran que aproximadamente el 50 por ciento de los pacientes con lipoedema también luchan contra el sobrepeso. 1 Como consecuencia, sus síntomas empeoran: esto suele provocar un aumento de la retención de agua y estrés mental.

Además de los cinco pilares principales de la CPD (Terapia Física de Descongestión Compleja: Drenaje Linfático Manual, Terapia de Compresión, Ejercicio, Cuidado de la Piel, Autogestión), una nutrición adecuada desempeña un papel muy importante para apoyar el éxito terapéutico.

Si cambia su dieta y se vuelve físicamente activo, puede evitar o reducir el riesgo de sobrepeso. Pero esto influye poco en la proliferación de tejido adiposo en las extremidades provocada por la enfermedad. No obstante, una dieta adaptada tiene sentido, porque puede evitar enfermedades secundarias relacionadas con el sobrepeso.