Protrusión discal
Una hernia discal cervical puede causar muchos tipos diferentes de dolor o ningún síntoma. El dolor puede ir desde un dolor en el cuello, el brazo y/o la mano hasta un dolor de tipo eléctrico que se irradia a estas mismas zonas. A veces también puede haber entumecimiento o debilidad del brazo o la mano. Aunque una hernia discal cervical puede tener su origen en algún tipo de traumatismo o lesión cervical, los síntomas suelen aparecer de forma espontánea.
El dolor y los signos relacionados con la hernia discal cervical suelen sentirse en un brazo o en el otro. Los síntomas pueden variar en función del disco que se haya herniado y de la raíz nerviosa que se haya pinzado o inflamado. En raras ocasiones, el dolor, el hormigueo, el entumecimiento y/o la debilidad pueden extenderse a ambos brazos o a la parte inferior del cuerpo si la médula espinal está afectada. La pérdida de control de esfínteres también es rara pero posible.
El dolor de cuello y/o brazos provocado por una hernia discal cervical puede ser pasajero y durar sólo unos días, o puede hacerse crónico y durar meses o más. Es habitual que el dolor aparezca y desaparezca, o que se agrave especialmente durante determinadas actividades. Cuando el dolor de cuello o brazo se debe a una hernia discal, los síntomas suelen desaparecer por completo en un plazo de 4 a 6 meses, aunque el propio disco no se cure.
¿Cómo se siente una hernia discal cervical?
Si tiene una hernia discal cervical, puede sentir un dolor que se irradia hacia el brazo y posiblemente hacia la mano. También puede sentir dolor en el omóplato o cerca de él, y dolor de cuello al girar la cabeza o doblar el cuello. A veces puede tener espasmos musculares (es decir, los músculos se tensan de forma incontrolada).
¿Puede una hernia discal cervical curarse por sí sola?
Las hernias discales mejoran por sí solas con el tiempo o con tratamiento no quirúrgico en 9 de cada 10 personas. Si otros tratamientos no alivian los síntomas, el médico puede recomendar una intervención quirúrgica.
¿Cuál es el mejor tratamiento para una hernia discal en el cuello?
La mayoría de los casos de hernia discal cervical pueden tratarse satisfactoriamente con tratamientos no quirúrgicos, como analgésicos de venta sin receta, fisioterapia para fortalecer y estirar el cuello, compresas de hielo o calor y/o modificaciones de la actividad para evitar los movimientos dolorosos hasta que el dolor haya remitido.
Hernia discal – deutsch
Una hernia discal se produce cuando el centro gelatinoso de un disco intervertebral se rompe a través de una zona débil en la dura pared exterior, de forma similar a cuando se exprime el relleno de un donut de gelatina. Cuando el material del disco toca o comprime un nervio espinal, puede producirse dolor de cuello o brazo, entumecimiento u hormigueo. El tratamiento con reposo, analgésicos, inyecciones en la columna y fisioterapia es el primer paso para la recuperación. La mayoría de las personas mejoran en 6 semanas y vuelven a su actividad normal. Si los síntomas persisten, puede recomendarse la cirugía.
La columna vertebral está formada por 24 huesos móviles llamados vértebras. La sección cervical (cuello) de la columna soporta el peso de la cabeza (aproximadamente 4,5 kg) y le permite inclinar la cabeza hacia delante y hacia atrás, de un lado a otro y girar 180 grados. Hay 7 vértebras cervicales, numeradas de C1 a C7. Las vértebras están separadas por discos, que actúan como amortiguadores impidiendo que las vértebras rocen entre sí. El anillo exterior del disco se denomina anillo. Tiene bandas fibrosas que se unen entre los cuerpos de cada vértebra. Cada disco tiene un centro relleno de gel llamado núcleo. En cada nivel discal, un par de nervios espinales salen de la médula espinal y se ramifican hacia el cuerpo. La médula espinal y los nervios espinales actúan como un “teléfono”, permitiendo que los mensajes, o impulsos, viajen de un lado a otro entre el cerebro y el cuerpo para transmitir sensaciones y controlar el movimiento (véase Anatomía de la columna vertebral).
Artículo de revisión sobre la hernia discal lumbar
Se han encontrado pocas hernias discales cervicales anteriores sintomáticas en la literatura. Describimos un caso poco frecuente de hernia discal cervical anterior que se presenta como inestabilidad y disfagia mínima. Un hombre de 62 años se presentó con una historia de 3 meses de dolor cervical axial y disfagia mínima que no respondía a un tratamiento conservador.
Las radiografías simples preoperatorias de la columna cervical revelaron pérdida de la curvatura lordótica normal sin estrechamiento definido de los espacios discales. Las radiografías de flexión/extensión de la columna cervical revelaron inestabilidad segmentaria como movimiento angular superior a 11 grados entre segmentos adyacentes en C5-6. La resonancia magnética (RM) cervical reveló un disco extruido de 1,7 x 0,8 cm en la cara anterior izquierda del espacio discal C5-6 en las imágenes axiales ponderadas en T2 y un disco extruido anteriormente con la base en el disco C5-6, que desplazaba el esófago anteriormente en las imágenes sagitales ponderadas en T2. La paciente fue sometida a una extirpación de disco cervical, seguida de estabilización de C5 y C6 por vía anterior. Las molestias preoperatorias se resolvieron por completo tras la intervención. Permaneció sin síntomas 9 meses después de la intervención.
Hernia cervical
Los huesos (vértebras) que forman la columna vertebral están protegidos por discos redondos y planos. Cuando estos discos están sanos, actúan como amortiguadores de la columna vertebral y la mantienen flexible. Si se dañan, pueden abultarse de forma anormal o romperse (romperse), en lo que se conoce como hernia discal o hernia de disco. Las hernias discales pueden producirse en cualquier parte de la columna vertebral, pero son más frecuentes en el cuello (cervicales) y la parte baja de la espalda (lumbares). Las siete vértebras situadas entre la cabeza y el tórax forman la columna cervical.
Una hernia discal cervical suele estar causada por el desgaste del disco. (A medida que envejecemos, los discos pierden parte del líquido que los mantiene flexibles. Una hernia discal también puede deberse a lesiones en la columna vertebral. Estas lesiones pueden provocar pequeños desgarros o grietas en la capa externa (anillo o cápsula) del disco. El material gelatinoso (núcleo) del interior del disco puede salir a través de los desgarros o grietas de la cápsula. Esto hace que el disco se abombe, se abra (ruptura) o se rompa en fragmentos.