Causas de la hernia
La palabra hernia significa “algo que sale”. El lugar más habitual de una hernia es la pared abdominal, una gran lámina de músculo y tendón que ayuda a mantener todo el contenido abdominal en su sitio. Si hay una zona de debilidad en la pared, la presión del interior de la misma puede hacer que parte del contenido abdominal (por ejemplo, los intestinos) salga por la abertura. Este abultamiento se conoce como hernia.
Su médico podrá hacer un diagnóstico basándose en sus síntomas y en una exploración física. Si el ombligo se enrojece, está caliente o sensible, o si el bebé se encuentra mal, irritable o no hace caca, acuda urgentemente al médico. Crédito de la imagen: 123rf
El médico puede probar terapias de apoyo o esperar a ver si la hernia empeora; en ocasiones, puede recomendar una pequeña operación para fijar la pared muscular. Suele ser una operación ambulatoria con anestesia local o general. Se practica una incisión (corte) en el abdomen alrededor de la hernia y se utilizan puntos de sutura o una malla quirúrgica para cerrar la parte débil del músculo o reforzarlo. Las hernias inguinales pueden repararse mediante cirugía laparoscópica.
Síntomas de la hernia
Una hernia es la salida anormal de un tejido o de un órgano, como el intestino, a través de la pared de la cavidad en la que normalmente se encuentra[1]. Pueden producirse varios tipos de hernias,[6] las más frecuentes afectan al abdomen y, en concreto, a la ingle[6]. Las hernias inguinales suelen ser de tipo inguinal, pero también pueden ser femorales[1]. [1] Otros tipos de hernias son las hernias de hiato, incisionales y umbilicales. 6] Aproximadamente el 66% de las personas con hernias inguinales presentan síntomas, como dolor o molestias en la parte inferior del abdomen, sobre todo al toser, hacer ejercicio u orinar o defecar. [1] A menudo, empeora a lo largo del día y mejora al acostarse. 1] Puede aparecer un bulto en el lugar de la hernia, que aumenta de tamaño al agacharse. 1] Las hernias inguinales se producen con más frecuencia en el lado derecho que en el izquierdo. [1] La principal preocupación es la estrangulación intestinal, en la que se bloquea el riego sanguíneo a parte del intestino,[1] lo que suele producir dolor intenso y sensibilidad en la zona. 1] Las hernias de hiato o hiatales suelen provocar acidez estomacal, pero también pueden causar dolor torácico o dolor al comer[3].
Hernia femoral
Los defectos de la pared abdominal de tamaño intermedio tienen el mayor riesgo de causar una hernia encarcelada. Los defectos pequeños de la pared tienen menos probabilidades de permitir una protrusión visceral y los defectos grandes de la pared tienen menos probabilidades de causar un pinzamiento mecánico del contenido del saco herniario.
TratamientoLa reparación quirúrgica es el tratamiento definitivo de las hernias de la pared abdominal, pero la espera vigilante puede ser adecuada en determinados pacientes. Véase también “Hernia incisional” y “Hernia umbilical” para el tratamiento específico de estos tipos de hernia. Manejo inicial [28][29]
Trate las hernias estranguladas y las hernias obstruidas como urgencias quirúrgicas, para las que la reparación quirúrgica está indicada en cuestión de horas para prevenir complicaciones (por ejemplo, isquemia intestinal, sepsis y muerte). Reducción manual de la hernia [29][30][31]
Hernia umbilicalLas hernias umbilicales se definen como hernias de la línea media a nivel del ombligo. El noventa por ciento de las hernias umbilicales son adquiridas, normalmente como resultado de un aumento de la presión abdominal. [2][3]
Hernia deportiva
Este tipo de hernias son más frecuentes en los lactantes y suelen resolverse por sí solas en los primeros cinco años. (Aunque si sospecha que su hijo tiene una, debe consultar con su pediatra).
A veces, sin embargo, las hernias umbilicales y epigástricas se diagnostican o desarrollan más tarde, en la infancia o en la edad adulta. Aunque no suelen causar complicaciones importantes cuando se desarrollan más tarde, deben repararse quirúrgicamente, sobre todo en los adultos.
En la mayoría de los casos, no se sabe por qué se desarrolla una hernia umbilical o epigástrica en adultos. Los principales factores de riesgo son el sobrepeso y los embarazos previos, que pueden hacer que la abertura de los músculos abdominales se dilate con el tiempo.
Su médico revisará su historial médico y quirúrgico y le examinará detenidamente la zona abdominal. Es probable que le pida que se ponga de pie y tosa para que el médico pueda ver o palpar un bulto que indique la existencia de una hernia.
Existen tres opciones de tratamiento principales para las hernias umbilicales y epigástricas. El método utilizado para tratar su hernia dependerá del tamaño y la localización de la misma, de su estado general de salud y del nivel de actividad física que prevea realizar en el futuro.