Brazo de fascia
Las fascias son fibras finas y resistentes de tejido conjuntivo que recorren todo nuestro cuerpo como una red tridimensional. Las fascias humanas rodean todos los músculos, huesos, órganos y células nerviosas del cuerpo y garantizan que, cuando nos movemos, las distintas partes del cuerpo se deslicen entre sí y permanezcan en su sitio. Las fascias también actúan como enlaces entre las fibras musculares y garantizan que podamos utilizar nuestra fuerza muscular. La energía de tensión entre los tendones y los huesos se almacena y se libera repentinamente al relajarse.
Las fascias se acortan y endurecen si no se utilizan con regularidad (al igual que los músculos). Las estructuras de las fascias se pegan y engrosan, lo que hace que se vuelvan porosas y pierdan elasticidad. Esto provoca pequeños desgarros e inflamaciones, que también afectan a la transmisión de la fuerza y a tu coordinación. En casos aislados, las fascias engrosadas también pueden presionar los nervios y causar molestias. Puede haber varias razones por las que las fascias se hayan acortado o pegado, como falta de movimiento, posturas protectoras o estrés psicológico.
Fascia profunda
Una fascia (/ˈfæʃ(i)ə/; plural fasciae /ˈfæʃii/ o fascias;[1] adjetivo fascial; del latín: “banda”) es una banda o lámina de tejido conjuntivo, principalmente colágeno, bajo la piel que se une, estabiliza, encierra y separa los músculos y otros órganos internos. [2] La fascia se clasifica por capas, como fascia superficial, fascia profunda y fascia visceral o parietal, o por su función y localización anatómica.
Al igual que los ligamentos, las aponeurosis y los tendones, la fascia está formada por tejido conjuntivo fibroso que contiene haces estrechamente empaquetados de fibras de colágeno orientadas en un patrón ondulado paralelo a la dirección de tracción. Por consiguiente, la fascia es flexible y capaz de resistir grandes fuerzas de tensión unidireccionales hasta que el patrón ondulado de fibras se haya enderezado por la fuerza de tracción. Estas fibras de colágeno son producidas por fibroblastos situados dentro de la fascia[2].
Las fascias son similares a los ligamentos y los tendones, ya que su componente principal es el colágeno. Se diferencian en su ubicación y función: los ligamentos unen un hueso con otro, los tendones unen un músculo con un hueso y las fascias rodean los músculos y otras estructuras.
Fascia
Es posible que atribuya el dolor de cuello o espalda a músculos cansados o articulaciones rígidas. Pero estos síntomas también pueden deberse a una parte del cuerpo de la que probablemente no haya oído hablar: la fascia. Hasta hace poco, se prestaba muy poca atención a esta red de tejido que recorre todo el cuerpo, a pesar de que desempeña un papel fundamental en todos los movimientos que realizamos.
La fascia es una fina capa de tejido conjuntivo que rodea y mantiene en su sitio todos los órganos, vasos sanguíneos, huesos, fibras nerviosas y músculos. Este tejido no sólo proporciona estructura interna, sino que tiene nervios que lo hacen casi tan sensible como la piel. Cuando se estresa, se tensa.
Aunque la fascia parece una sola hoja de tejido, en realidad está formada por varias capas con un líquido intermedio llamado hialuronano. Está diseñada para estirarse cuando te mueves. Pero hay ciertas cosas que hacen que la fascia se vuelva más gruesa y pegajosa. Cuando se seca y se tensa alrededor de los músculos, puede limitar la movilidad y provocar la aparición de nudos dolorosos.
Determinar si el dolor se debe a los músculos, las articulaciones o la fascia puede ser difícil. En general, las lesiones musculares y los problemas articulares empeoran cuanto más te mueves. Las adherencias de la fascia tienden a mejorar con el movimiento y también responden bien a la terapia de calor, que ayuda a recuperar la elasticidad del tejido.
Anatomía de la fascia
Probablemente haya oído hablar de la fascia, ese fascinante tejido conjuntivo. Desde hace tiempo se habla e informa sobre ella. Pero, ¿todavía no sabe realmente cómo está estructurado este tejido y qué funciones importantes tiene? Le acercamos a la fascinación de la fascia de una forma sencilla y comprensible.
Una cosa está clara: las fascias desempeñan un papel importante en su salud y bienestar. Conectan todas las estructuras entre sí y forman una enorme red que va desde la superficie hasta las profundidades de todo el cuerpo. Así es como mantienen tu cuerpo unido y todos tus órganos en su sitio. Según el renombrado investigador de la fascia Robert Schleip, el peso medio de la fascia en los seres humanos es de 18 a 23 kilogramos. 01. Cómo empezó todo con las fascias
Durante mucho tiempo, la ciencia y la medicina no dieron mucha importancia a las fascias. Se las consideraba un tejido irrelevante que envolvía el cuerpo. Sólo formas aisladas de terapia naturista, como la osteopatía, utilizaban las fascias en sus éxitos terapéuticos, sin conocer su estructura exacta. En la mayoría de los exámenes anatómicos, las fascias simplemente se extirpaban para llegar a los órganos, huesos, nervios y vasos que en ese momento resultaban más interesantes más abajo.