Músculos lat.
A principios de la década de 1980 no era infrecuente ver pacientes que se habían sometido a una tenodesis aislada del bíceps cuando en realidad sus síntomas emanaban de la enfermedad del manguito rotador y del síndrome de pinzamiento. Sin embargo, es quijotesco pensar que el bíceps escapa al proceso degenerativo o que es incapaz de producir síntomas por sí solo o en conjunción con otras entidades patológicas del hombro.
La cabeza larga del bíceps braquial es el proverbial hijastro del hombro. Kessell y Watson describieron el tendón como “una especie de inconformista, fácil de inculpar pero difícil de condenar”. Lippman comparó la cabeza larga del bíceps con el apéndice: “Una estructura vestigial sin importancia a menos que algo vaya mal en ella”. En distintos momentos de la historia, los cirujanos han sometido este tendón a tenodesis, translocación, tracción a través de taladros en la cabeza humeral, desbridamiento con un artroscopio y tenotomía. Otros lo han venerado en el altar del bíceps, manteniéndolo sacrosanto, sosteniendo que debe estar ahí por alguna razón, aunque no esté claro cuál es exactamente esa razón o cuál ha sido alguna vez.
¿Cuál es el músculo responsable de la extensión del húmero?
El tríceps braquial interviene en la extensión del brazo y en la aducción posterior a través de la cabeza larga; es un músculo multipenado. El músculo dorsal ancho a nivel del hombro es el rotador interno más importante, ya que es el más importante para la aducción y flexión del hombro.
¿Cómo se estira el bíceps braquial?
Estiramiento de bíceps de pie
Entrelace las manos en la base de la columna. Estire los brazos y gire las palmas hacia abajo. Levanta los brazos todo lo que puedas. Mantenga esta posición durante 1 minuto.
¿Qué une el bíceps al húmero?
El bíceps está unido a los huesos del brazo por unos resistentes tejidos conjuntivos denominados tendones.
Tendinitis del bíceps distal
La función principal del complejo del hombro es colocar la mano en el espacio, lo que permite al individuo interactuar con su entorno y realizar funciones motoras finas. La incapacidad para posicionar la mano provoca un deterioro profundo de toda la extremidad superior.1
Servir de punto de apoyo para la elevación del brazo. Se reconocen tres tipos de elevación del brazo: un movimiento ascendente de la extremidad superior en el plano escapular (escapulación) y los movimientos en el plano coronal (abducción) o en el plano sagital (flexión).
El hombro está dotado de una combinación única de movilidad y estabilidad. El funcionamiento óptimo del hombro y del brazo sólo puede tener lugar si se mantiene un delicado equilibrio entre la movilidad y la estabilidad. El grado de movilidad depende de una superficie articular sana, unidades músculo-tendinosas intactas y restricciones capsuloligamentosas flexibles. El grado de estabilidad depende de unas estructuras capsuloligamentosas intactas, una función muscular adecuada y la integridad de las estructuras articulares óseas.1
Inserción del bíceps braquial
Reconozcámoslo: a la mayoría de la gente le gustaría tener unos brazos musculosos. Levantar pesas puede lograrlo, ya que hace trabajar muchos de los músculos que mueven el antebrazo. Utilizando la terminología anatómica, el brazo se refiere específicamente al apéndice superior desde el hombro hasta el codo, y el antebrazo se refiere específicamente al apéndice inferior desde el codo hasta la muñeca. Los músculos del hombro son los responsables de mover el brazo, y los músculos del brazo son los responsables de mover el antebrazo. Varios músculos son responsables de diversos movimientos del antebrazo, y todos ellos se insertan en el propio antebrazo, al tiempo que se originan en localizaciones más proximales. La mayoría de los músculos que mueven el antebrazo se originan en el húmero y se insertan en el propio antebrazo. Sin embargo, el bíceps braquial y el tríceps braquial son dos excepciones dignas de mención, ya que se originan en la escápula y se insertan en el antebrazo. En esta lección se identificarán y describirán los distintos músculos que mueven el antebrazo. Los analizaremos en grupos en función de su acción general.
Tríceps braquial
En este capítulo identificamos cuatro meridianos miofasciales distintos que discurren desde el esqueleto axial a través de cuatro capas del hombro, hasta los cuatro cuadrantes del brazo y cuatro “lados” de la mano, a saber, el pulgar, el meñique, la palma y el dorso de la mano (DVD ref: Hombros y Líneas del Brazo, 13:05-14:35). A pesar de esta simetría aparentemente nítida, las líneas de los brazos (Fig. 7.1) muestran más enlaces miofasciales “cruzados” entre estas continuidades longitudinales que las líneas correspondientes de las piernas. Dado que los hombros y los brazos humanos están especializados en la movilidad (en comparación con nuestras piernas, más estables), estos múltiples grados de libertad requieren líneas de control y estabilización más variables y, por tanto, más enlaces interlineales. No obstante, los brazos tienen una disposición bastante lógica, con una línea profunda y otra superficial a lo largo de la parte anterior del brazo, y una línea profunda y otra superficial a lo largo de la parte posterior del brazo (Fig. 7.2/Tabla 7.1). Las líneas del brazo se denominan así por su ubicación al cruzar el hombro (Fig. 7.3). (En el Cap. 8 veremos las prolongaciones de estas líneas que conectan desde el hombro contralateralmente a la cintura pélvica opuesta).